Todo un espectáculo en la capital de Turia

   Valencia es una ciudad abierta y cosmopolita, orgullosa de su tradición mediterránea. Además, desde hace ya varios años, está decidida a convertirse en centro de modernidad y progreso. Es por ello que la Ciudad de las Artes y las Ciencias cuenta con un moderno acuario que es conocido con el nombre de L´Oceanografic, y que además es el más grande de Europa y uno de los más importantes del mundo. Se trata pues de un verdadero hito en el que se han combinado los últimos avances tecnológicos con la estética más exquisita y vanguardista del momento.
Esta “segunda ciudad” monumental de la Comunidad Valenciana, es un bello complejo arquitectónico, compuesto de formas muy peculiares, con grandes alturas y amplias superficies donde se exponen y se muestra al público todo cuanto las Artes y las Ciencias, incluidas las del mar, han venido desarrollándose a lo largo de los últimos tiempos. Es, sin lugar a dudas, el más novedoso proyecto cultural que la Generalitat Valenciana ha impulsado hasta la fecha, con la intención de modernizar a esta noble ciudad, y de atraer a cuantos visitantes se interesen por ella. 
Uno de los principales atractivos de este lugar es, sin lugar a dudas, L´Oceanográfic, un gran parque dedicado al mundo marino, de 80.000 metros cuadrados de extensión. Además, esta auténtica ciudad submarina permite a los visitantes introducirse en los diferentes hábitats del fondo del mar, en cuyo interior también se ha instalado un restaurante desde el que es posible observar la fauna y flora marina al tiempo que uno se refresca por dentro en la cafetería. Las singulares cubiertas del exterior del edificio han sido diseñadas por el arquitecto Félix Candela, ya fallecido, y el principal objetivo de este lugar es representar los ecosistemas marinos más importantes del mundo, y contribuir a la recuperación y rehabilitación de la fauna y la flora protegida.
 Consta de dos zonas muy específicas: el área recreativa y el gran acuario, en cuyo interior se ha colocado un gran túnel sumergido, con una longitud de 70 metros, que permite realizar un apasionante viaje al fondo de los principales mares y océanos del planeta, donde además podemos contemplar infinidad de animales marinos de 500 especies diferentes. Este Parque Oceanográfico ha sido concebido no sólo como un proyecto educacional y de ocio, sino  también como una completa aula de investigación sobre las ciencias del mar. Hoy día cuenta con una afluencia de casi 2.000.000 de visitantes al año. 
Pero, además de hablar de este gran museo marino, convendría también hacerlo de todos y cada uno de los otros edificios que forman la totalidad del conjunto arquitectónico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Uno de ellos es el gran ojo humano, más conocido como L´Hemisferic, que es una original obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Este gran “Ojo de la Sabiduría”, como le gusta llamarlo a su creador, ofrece todo un universo de sensaciones en la gran sala de cine IMAX que se encuentra en el  interior del edificio, y que está dotado con el sistema de proyección más moderno del mundo, proyectándose además en 3 D. Cuenta también con la posibilidad de poder apreciar las representaciones más completas del cielo y los cuerpos celestes, y todo ello sobre una superficie de 24 metros de diámetro y 30 grados de inclinación.
Los espectáculos que aquí se ofrecen son en cuatro idiomas, y han alcanzado una fama tan espectacular que este núcleo audiovisual es uno de los museos más visitados del país, superado solamente por el Museo del Prado y el Museo de Arte Moderno  Reina Sofía, ambos en Madrid, así como por el Museo Guggenheim de Bilbao.
  Otro de los edificios de esta original ciudad es el Museo de las Ciencias “Príncipe Felipe”, hoy Rey de España, el más grande del país en superficie total, y que es un fabuloso diseño arquitectónico de hormigón de color blanco que constituye un ejemplo de museo abierto y dinámico, además de estar acristalado en su totalidad. Lo más interesante de él es que sirve de colofón a los modernos esfuerzos de divulgación científica de todo el país. Según un comentario de Jean Dausset, premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1980, cuando visitó por última vez este museo, parece ser que “Una mente despierta podría haber adquirido todo el saber de la época, ya que hoy en día solo hay pequeños sabios que lo saben todo sobre casi nada”. También dijo que  “Es mejor conocer algo acerca de todo, que todo acerca de una sola cosa, ya que lo universal es siempre lo mejor”. Después de estos consejos no queda más que seguir su filosofía y aprender un poco de todo y cuanto la vida nos ofrece día a día. 
Los entendidos en arquitectura hablan de la inspiración que el esqueleto animal ejerce en el trabajo del arquitecto valenciano, en el que el director de este centro también ha querido poner su granito de arena al popularizar el lema de “Prohibido no tocar”, para así poder disfrutar mejor del espacio interactivo. Y, dado que los principales visitantes dispuestos a hacer realidad esta consigna son los propios estudiantes de los colegios e institutos de toda España, es decir, jóvenes menores de 17 años, ha sido necesario añadir una recomendación más, la de Prohibido destruir  para asegurar la conservación del museo.
Pero, volviendo al Parque Oceanográfico, habría que recordar que esta inmensa ciudad submarina rodeada de un verdadero parque natural, cuenta además con una serie de lagos y lagunas con diferentes calidades de aguas, así como reproducciones de islas y formaciones geológicas costeras correspondientes a cada zona climática de la Tierra. Todo ello tiene una superficie de 400 x 200 metros de longitud y un volumen de 42 millones de litros de agua salada, lo que equivale a 15 piscinas olímpicas.  
Son varias las áreas con las que cuenta este acuario representadas por los ecosistemas marinos más importantes del mundo, como es el dedicado a los océanos; a los mares tropicales, árticos y antárticos; al mar Mediterráneo, a las aguas continentales, y a otros lugares de interés. Y,  todo esto, y mucho más, se puede ver a través de una serie de edificios denominados “torres submarinas”. Pero, por si esto fuera poco, cuenta con otros protagonistas marinos, como son las Tierras del Mangle, las Praderas de Posidonia, la Península de Izú, los Arrecifes Coralinos, los Bosques de Kelp, las Islas, el Mar Rojo, el Océano Atlántico, el Delfinario, el Orcario, y un largo etcétera de otras muchas maravillas. Objetivos fundamentales que hacen de este una mejor contribución al entretenimiento, divulgación e investigación de los principales aspectos relacionados con la vida en el mar. En el apartado dedicado al Mediterráneo habría que destacar el que se refiere al Marjal Mediterráneo, que representa un ecosistema típico de este litoral, como es la famosa Albufera de Valencia, donde una serie de humedales, en los que habitan numerosas especies autóctonas, constituyen una pieza clave en la conversación y sostenibilidad de la avifauna europea.
 Y no nos olvidemos que hay también una serie de programas de conservación in situ y ex situ, basados principalmente en estudios de cría en cautividad como objetivo fundamental de todo zoológico moderno, así como de ayuda de las especies en peligro de extinción, entre las que convendría destacan la reproducción de tiburones y rayas, la reproducción de mamíferos marinos, el rescate de tortugas marinas, el varamiento de grandes cetáceos, etc., etc., etc.
Para aquellos que deseen disfrutar de la arquitectura de Calatrava deberán de caminar un poco por el exterior de esta ciudad, en la que podrán admirar todo el arte e ingenio que el artista ha querido plasmar con este proyecto vanguardista. Cualquiera con un poco de visión comprenderá que se ha querido homenajear al ser humano, así como a una parte del reino animal, incluida la Naturaleza, con diseños y formas que salen de lo corriente: ojos humanos, esqueletos de animales, plumas, alas, columnas vertebrales, y un largo etcétera de otras maravillas que nos están esperando en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
Texto y Fotos: Rafael Calvete Álvarez de Estrada