En el corazón del Mediterráneo, a medio camino entre Sicilia y Túnez se encuentra la isla de Gozo, una de las más importantes de Malta. Se trata de un enclave estratégico codiciados por los pueblos que a lo largo de la historia que poblaban el Mare Nostrum. Así los fenicios, los romanos, los bizantinos, los árabes, los normandos, los aragoneses, los caballeros de la Orden del Hospital de San Juan, los franceses, bajo el mandato de Napoleón Bonaparte y, finalmente, los británicos, conquistaron y gobernaron la isla hasta que obtuvo la independencia junto con el resto del archipiélago maltés en 1964.

Estamos en una isla pequeña, tiene sólo 67 km2 y aunque es menos importante históricamente que la vecina Malta, sus fantásticas formaciones rocosas, ruinas prehistóricas, y sus valores tradicionales y la pacífica forma de vida le otorgan una gran fuerza. Aquí la gente viene a descubrir senderos sobre acantilados, hermosas bahías, pueblos pesqueros, flores salvajes, iglesias barrocas y también la paz y la tranquilidad que ofrecen en la actualidad los balnearios.

Y esta es precisamente la filosofía del Kempinski Hotel Sant Lawrenz un resort & Spa de cinco estrellas que se encuentra en una de los valles pintorescos de esta maravillosa isla, muy cerca del pequeño pueblo de Saint Lawrenz. Desde la terraza del bar o de los restaurantes se puede disfrutar de una puesta de sol tranquilizadora, lejos del mundanal ruido y de la rutina cotidiana de las grandes ciudades.

El hotel se encuentra rodeado de un maravilloso jardín de 30.000 metros cuadrados y tiene 122 habitaciones incluyendo 6 Suites Junior de lujo, 4 Suites Ejecutivos y 2 Suites Familiares de dos dormitorios cada uno. Todas las habitaciones tienen una amplia terraza que da a la zona de las piscinas y por supuesto todas las comodidades entre televisión por satélite, mini-bar, aire acondicionado y acceso a internet.

Una parte muy cuidada del hotel es la gastronomía, tanto mediterránea como maltesa. Para las cenas se recomienda el restaurante L´Ortolan o la Trattoría Sant Lawrenz donde se puede degustar las verduras y especias cultivadas en el jardín del hotel. A mediodía cuenta sobre todo el bufe barbacoa en el jardín de Gazebo pero hay también un bar en la piscina donde se sirven pequeños platos así como un bar en la entrada del hotel con una terraza idónea para los cocteles antes de la cena.

Sin embargo lo que convierte este hotel en un lugar muy especial son sus instalaciones termales en el Centro Ayurveda, donde la salud es definida como la purificación del cuerpo. Aquí los clientes pueden disfrutar de las terapias más eficaces y novedosas para el descanso tanto del cuerpo como la mente. La filosofía se basa en eliminar todas los impurezas del cuerpo para conseguir una perfecta armonía física y mental lo que sin duda refuerza la salud y la resistencia ante enfermedades.

 

Este Centro basa su técnica en el tratamiento medicinal Ayurvedic y acentúa el uso de terapias preventivas y curativas junto con varios métodos de purificación y de rejuvenecimiento, además de otros procedentes de la región de Karala, en la India.  El método más importante de purificación utilizado es el Panchakarma que se traduce literalmente como «las cinco acciones». Comprende una compleja serie de pasos ajustados a cada tipo físico y requiere una cuidadosa supervisión de expertos. Ha llevado varios años clarificar estos procedimientos y adaptarlos para su uso en Occidente. Es indispensable antes del comenzar el tratamiento determinar la constitución corporal del paciente y conocer cuál es el desequilibrio principal. Para lograr estos objetivos el médico responsable del centro realiza junto con el examen físico, un prolongado interrogatorio que posibilita también conocer las áreas de fortaleza de la persona.

El Centro Ayurvedic ofrece además a sus clientes su jacuzzi, las piscinas climatizadas y su centro de masajes y belleza, con tratamientos individualizados según las necesidades de cada uno. Enfermedades como la soriasis, dolores de espalda y cervicales, migrañas, artritis o sencillamente una puesta a punto tienen cabida en el catálogo de este centro especializado con expertos masajistas y terapeutas profesionales. Los tratamientos son de un mínimo de 3 días y de un máximo de tres semanas. 

El Kempinski Hotel San Lawrenz ha pensado también en los clientes deportistas, ya que al margen de tres grandes piscinas en el jardín, uno de ellos pensado especialmente para familias con niños pequeños, y tiene a su disposición un amplio y moderno gimnasio además pistas de tenis y de squash. También hay abierto un centro de buceo, donde se organizan cursos y excursiones para los aficionados. No debemos olvidar que en esta zona del Mediterráneo el agua es cristalina con una visibilidad que supera en ocasiones los 40 metros. Así Gozo es conocida en la actualidad como uno de los puntos de buceo más populares del Mare Nostrum y una visita obligada para todos los buceadores.

A la hora de pensar en alguna excursión merece la pena recorrer primeramente esta isla ya que ha recibido la visita de varias civilizaciones desde el año 4000 A. C., que han dejado su huella tanto entre sus habitantes como en sus pequeños pueblos. Hay varios lugares de interés, entre ellos la capital Victoria, con su Citadel, el castillo, o lo que los griegos llamaba Acrópolis y donde además se encuentra la  Catedral. 

Xaghra es el pueblo más importante, después de Victoria, con la Iglesia parroquial más bonita de Malta, ubicada igualmente en lo que puede ser considerado como la plaza más pintoresca de la isla de Gozo. Además en este pueblo se encuentra también un Molino convertido en Museo. También los templos de Ggantija son Patrimonio de la Humanidad y las edificaciones más antiguas del mundo fechadas en 3500 A. C.

La gruta de Calypso constituye un laberinto de cuevas al que se refirió el poeta Homero en su épica La odisea. Y la ventana azul y el mar interior que lo baña son formaciones rocosas de gran belleza que se pueden visitar en barco.