“Un hervidero de fauna salvaje en el corazón de África”

  Hablar del Ngorongoro, situado a 2.286 meros de altitud, el mayor cráter volcánico del mundo aunque se encuentre apagado, y uno de los lugares más sagrados para la propia Naturaleza,  es hablar de Tanzania, un bello país que ofrece una rica tradición de más de 120 pueblos, con gran cantidad de animales salvajes que viven en su ambiente natural. Tiene una extensión de 647.500 hectáreas, y posee, hoy por hoy, la reputación de ser una de las últimas fronteras de la fascinante África.

Este Parque Nacional del Ngorongoro es, probablemente, el lugar más conocido del continente negro, donde documentalistas de todo el mundo has gastado miles y miles de metros de celuloide para filmar la vida salvaje de muchos animales. Cuenta con un cráter, originado hace tan sólo 2,5 millones de años, de 20 kilómetros de diámetro y paredes que alcanzan los 600 metros de altura, que se conoce con el apelativo de Arca de Noé. Aquí, en este pequeño espacio se alberga la práctica totalidad de flora y fauna del este de África, donde, además, es posible ver a los cinco grandes animales salvajes de África, como son el león, elefante, búfalo, leopardo y rinoceronte. Pero, además de estos también existen otros como es el ñu,  la gacela de Thomson, la cebra y los buitres, los marabús y los flamencos, y un largo etcétera. Y, por si esto fuera poca, algo que no podía faltar, el grupo de guerreros Massai que suelen aparecer en el momento oportuno y en el lugar de concentración de turistas para poder fotografiarse con alguno de ellos e intentar venderles alguna pieza de su armamento.   

El cráter del Ngorongoro está situado al norte del país, en las llamadas “Cráter Highlands”. y se encuentra además muy cerca del Parque Nacional del Serengeti, del que se separó en 1959, así como del Lago Manyara.  

Desde tiempo atrás, los simples nombre de Kilimanjaro, Serengeti o Ngorongoro, evocan las imágenes de las primeras exploraciones europeas a través de las selvas vírgenes africanas: David Livingtone, Henry Stanley, Johannes Rebman, son algunos de los nombres con los que nos vamos a encontrar cuando nos adentremos en las sabanas de este gran país.

El área de conservación del Ngorongoro es una zona eminentemente volcánica, en el que destaca el monte Empakaai, de 3.400 metros, en cuyo Las vistas desde el borde de éste cráter, son realmente oníricas, dibujándose en su lecho un lago de aguas cáusticas; el Magadi, de 3,5 kilómetros de diámetro, donde los flamencos con su plumaje rosáceo dan pinceladas de color a sus aguas ponzoñosas. Desde aquí también se puede admirar el volcán de Oldonyo Leng´ai, que se encuentra todavía activo.  

Esto puede ser un resumen de las primeras sensaciones en el Ngorongoro, pero para quien esté dispuesto a esperar los últimos rayos de luz cerca de una manada de ñus, la vida salvaje puede mostrarle su faceta más despiadada: la caza. El rito de supervivencia que se vive, día a día, en el Ngorongoro desde el principio de los tiempos.

GUÍA DEL VIAJERO

CÓMO IR:

 La compañía aérea KLM vuela directamente desde Madrid y Barcelona, vía Ámsterdam, hasta el aeropuerto internacional de Kilimanjaro, muy cerca de la ciudad de Arusha, lugar donde se organizan los mejores safaris fotográficos de Tanzania. Una vez allí habrá que desplazarse en todo terreno hasta la Gran Caldera del Ngorongoro, situado a 180 kilómetros de este punto, y al norte del Lago Manyara. El trayecto dura 5 horas, aproximadamente.  Al interior del cráter se accede por una pista bastante agresiva, y antes de llegar a las orillas del lago, se pueden ver infinidad de herbívoros, así como de leones que dormitan cerca de ellos. Y en los bosques de acacias a los grandes señores de la sabana: los elefantes, festejando su inacabable banquete.  

QUÉ SE DEBE VER:

Garganta de Olduvai: Junto a este cráter se encuentra una hermosa garganta salvaje de agua que emerge de la montaña, y junto a ella se puede visitar el famoso lugar en el que el Dr. y la Dra. Leakey, en 1959, descubrieron un vasto yacimiento con el primer cráneo de Australopithecus boisei, un homínido que vivió hace 1.750.000 años. Dos años después, este matrimonio de científicos, desenterraron los restos del primer ejemplar de Homo habilis,  cuya antigüedad se dató en casi dos millones de años.  

Muy cerca de aquí se encuentra también el punto místico de “Shifting Sand” o “Arenas Deslizantes”, en el que una duna de arena, adorada como representación del Dios de los Massai, se arrastra hacia delante, centímetro a centímetro, año tras año, en tanto siga conservando su contorno.

Lago Manyara: Cerca del Ngorongoro merece la pena una visita al Parque Nacional del Lago Manyara, uno de los más bellos de Tanzania y que se encuentra situado al oeste de la gran falla del valle del Rift. A pesar de su pequeño tamaño, 320 kilómetros cuadrados, ofrece una gran variedad de hábitats: bosque tropical, con gigantescos Picus y tamarindos; una segunda zona de sabana arbolada de acacias; la zona lacustre que cobija a grandes bandadas de aves acuáticas, tales como flamencos, cigüeñas de pico amarillo, pelícanos, cormoranes…, y por último, una zona de praderas abiertas y matorral, salpicada de baobas en los escarpados rocosos que forman la pared del Valle del Rift.  

Parque Nacional del Serengeti: Situado junto al cráter del Ngorongoro es también uno de los más hermosos y completos de África, además de ser uno de los mayores santuarios de fauna salvaje del planeta, y el mayor de Tanzania, con una extensión de casi 15.000 kilómetros cuadrados. Está situado en una alta meseta que se extiende de este a oeste desde las alturas del Ngorongoro hasta el Lago Victoria y que continúa hacia el norte en la reserva de Masai-Mara. Su nombre, derivado de la lengua Massai, significa “llanura sin fin” y sus paisajes responden a la imagen mítica de un África de grandes espacios, de cielos de azul profundo salpicados de nubes, de amaneceres frescos y atardeceres de fuego.

 DÓNDE ALOJARSE:

 Existen varias posibilidades de alojamientos en esta zona del Ngorongoro, tal es el caso de la cadena de hoteles Serena, que tiene en esta parte de Tanzania el Lake Manyara Safari Lodge, el Serengeti Safari Lodge y el Ngorongoro Serena Safai Lodge, tres de los mejores y más confortables alojamientos hoteleros del país que además organizan excelentes actividades y visitas en estos lugares para todos sus clientes, cuyo teléfono de la central de reservas es el (255- 57) 4058/6304/4159. También existen otros lodges y campamentos en las cercanías e interior de este hermoso parque nacional.

VISITA AL SERENGETI NATIONAL PARK Y AL NGORONGORO CONSERVATION AREA

     El Serengeti National Park de Tanzania se extiende por parte del territorio regional de Mara, Arusha y Shinyanga, en el noreste del país. Su creación data del año 1941. Tiene una superficie de 1 476 300 ha, en los que predominan las llanuras y pastos, aunque también existen zonas boscosas, sabanas y unos cuantos kopjes rocosos (pequeñas colinas semiesféricas en forma de cabeza, de donde procede el nombre). La región del Serengeti comprende al Serengeti National Park, al Ngorongoro Conservation Area, a las reservas privadas de Maswa y Loliondo, las Grumeti e Ikorongo Controlled Areas y la Maasai Mara National Reserve en Kenia. Entre la fauna del parque se encuentran más de 200 especies de aves y 35 de otros animales, entre los que destacan las chitas, los leopardos, las jirafas, las cebras, los nus, los rinocerontes negros, los impalas y los elefantes. El número de elefantes había disminuido de forma alarmante como consecuencia de la presión ejercida por el crecimiento de asentamientos urbanos, por lo que hubo que confinarlos dentro de los límites del parque en la década de 1960. Ahora viven en el Serengeti cerca de 200.000 cebras, dos millones de ñus, un millón de impalas, y miles de elefantes. La práctica de la caza ilegal sigue creando problemas en la actualidad a las autoridades del parque.

   Este hermoso parque fue declarado en 1981 Patrimonio de la Humanidad, es el único parque nacional africano cuya fauna lleva a cabo migraciones estacionales. Durante la estación seca (de mayo a principios de junio) millones de animales se desplazan a la parte occidental, y una vez finalizada dicha estación vuelven a la sección oriental, que limita con el Parque nacional Masai Mara, en Kenia. En dicho parque existen tribus negras de Guerreros Maasai, que intervienen en el desarrollo de la fauna del lugar, especialmente en sus rituales, los cuales requieren de la intervención de un gnu para ser sacrificado; a veces los Maasai funcionan como presa fácil para predadores salvajes como el león.

Texto y Fotos: Rafael Calvete Álvarez de Estrada