ARTE en Alicante: Van Gogh Alive

 Supongo que a veces la ignorancia es el mejor aliado a la hora de enfrentarse a una nueva experiencia. Ignorancia en el sentido de  no saber a que nos vamos a enfrentar, ni que es lo que nos espera al otro lado de esa misma experiencia. 

 Porque claro,Vincent Van Gogh, el gran genio del surrealismo, el hombre que eligió «conscientemente el camino del perro a través de la vida» asegurando que «voy a ser pobre. Voy a ser pintor» es sobradamente conocido por el gran público, por lo que sorprender a los amantes, e incluso detractores de su obra, es una tarea muy complicada. Sin embargo creo que esta muestra lo consigue aunque no todo el mundo sale contento de la experiencia sensorial denominada Van Gogh Alive. Vincent Willem Van Gogh nació en 1853, en Zundert, Países Bajos,  y murió 37 años más tarde dejando un legado de  unos 900 cuadros y 1.600 dibujos.

 

 Una obra impresionante realizada en gran parte durante los últimos diez años de su vida ya que, aunque nació con una clara vocación para el dibujo, fue un pintor autodidacta y tardío que como el mismo dejó escrito, soñaba con pintar para luego pintar sus sueños.

 Unos sueños que en esta muestra adquieren vida y movimiento siguiendo el trazo de sus pinceladas que ya de por sí siempre tuvieron vida. Vincent tenía una fe absoluta en el arte a pesar de que decía que «no puedo cambiar el hecho de que mis cuadros no se vendan. Sin embargo, el tiempo hará que la gente reconozca que mis cuadros valen más que el valor de las pinturas utilizadas en él». 

Van Gogh Alive es el resultado de tres años de trabajo entre la compañía australiana Grande Exhibitions y el Museo de Van Gogh de Amsterdam.  Una idea que nos introduce a través de proyecciones de su obra en 28 pantallas de 7 metros de altura en el mundo del artista acompañados de algunos de sus escritos y con música clásica de fondo.

 

 Y es así como nos acercamos a un Van Gogh más allá de su pintura. Entramos de lleno en su mundo, terrible y desgarrador a veces, otras mágico y lleno de ternura, pero siempre acompañado de su color. Vincent decía que «hay cosas en el color que surgen en mí mientras pinto, cosas grandes e intensas», sentimientos en definitiva que el ha compartido con el resto del mundo a través de sus cuadros.

 «Las pinturas tienen una vida propia que nace del alma del pintor»; un alma al que nos podemos acercar a lo largo de 35 minutos con la  proyección de sus cuadros en formato gigante y de sus escritos.

 Viajamos así  con Vincent a través de su vida para descubrir sus alegrías, temores y sufrimientos e incluso entrar en sus cuadros y sentir con él «el amor hacia la naturaleza, porque es la verdadera forma de entender el arte». 

 

  Van Gogh Alive es una exposición itinerante por el mundo que ya ha sido visitada por casi dos millones de personas. 

Texto: Elisabeth Norell Pejner

Fotos: Rafael Calvete Álvarez de Estrada